En la Casa de Todas hablamos sobre las diferencias entre prostitución, explotación sexual y trata de personas.
Dentro de las acciones que realiza la Secretaría Distrital de la Mujer a través de la Estrategia Casa de Todas, el pasado mes de agosto se llevó a cabo la jornada “Diferencias entre prostitución, explotación sexual y trata de personas” como parte de los encuentros Corrillo de Datos. En estos espacios, se analizan y discuten las acciones y resultados sobre el abordaje de las actividades sexuales pagadas en Bogotá.
Durante esta jornada se contó como ponentes con el coordinador de la Estrategia Edwar Hernández y con la socióloga Valentina Gámez. Para iniciar la sesión, se dio un contexto sobre los diferentes marcos de análisis de las actividades sexuales pagadas tales como el trabajo, la violencia, el comercio, el abolicionismo, entre otros.
También se resaltó el desarrollo legislativo que considera a las personas que realizan actividades sexuales pagadas como sujetos de especial protección: “la Corte Constitucional ha reconocido a quienes se dedican al trabajo sexual como una población vulnerable y de especial protección por parte del Estado”, por eso es necesario desarrollar marcos de acción que garanticen sus derechos.
Según el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá, el 96,8% de las personas que realizan actividades sexuales pagadas son mujeres en edades de 18 a 25 años (50,3%). Del total de mujeres que realizan estas actividades el 24,8% nacieron en Bogotá, mientras que el 42,5% son de otros municipios y el 32,7% son de otro país, poniéndolas en mayor vulnerabilidad ante la trata de personas (3%) y a situaciones como: retención de sus papeles de identificación (3,9%), retención en contra de su voluntad dentro del establecimiento (3,4%) y retención de su dinero por parte del(a) dueño(a) del establecimiento (3,2%).
Esto muestra la feminización de la prostitución y la necesidad de la acción institucional como la que se desarrolla en la Casa de Todas, en la cual se llevan a cabo procesos, programas y acciones que permiten contribuir a la garantía de los derechos de las personas que realizan actividades sexuales pagadas en Bogotá.
Por su parte, Valentina Gámez centró su ponencia en Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA) reconocida como un delito en Colombia. Esta es una forma de violencia sexual que implica tratos crueles, degradantes y violación a los derechos humanos. En Colombia se tipificó como delito la explotación sexual comercial de personas menores de 18 años de edad, según la Ley 599 de 2000 del Código Penal.
La ESCNNA, según el Lineamiento Técnico para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Trata de Personas del ICBF, implica además un rompimiento de la red de apoyo del menor a través del traslado y desarraigo, lo cual lo pone en situación de vulnerabilidad, que facilita su explotación. Esto demuestra el gran riesgo al que se enfrentan niñas, niños y adolescentes y la importancia de contar con instrumentos como el Lineamiento Técnico del ICBF para protegerles y garantizar la atención efectiva a las víctimas de este flagelo. De esta manera, se dieron algunas conclusiones dentro de las cuales se hizo énfasis en la importancia de no hablar de prostitución en menores de edad, ya que es reconocido como un delito y se refiere más bien a la explotación sexual comercial.
También se intentó resolver el cuestionamiento frente a las diferencias entre prostitución, trata de personas y explotación sexual. La prostitución es una actividad legal para personas mayores de edad. Por su parte, la trata de personas es definida en el artículo 188 A de la Ley 985 de 2005 como “el que capte, traslade, acoja o reciba a una persona, dentro del territorio nacional o hacia el exterior, con fines de explotación”. La explotación sexual puede hacer parte de la trata de personas e implica la violencia para para satisfacción sexual de un tercero a cambio de una ganancia económica o en especie.
Las personas víctimas de trata son en su mayoría mujeres con un 84% de los casos ocurridos en Colombia. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), para 2016 la mayoría de las víctimas de trata en Sur América fueron mujeres y niñas con un 74% y el 57% de ellas fueron explotadas sexualmente. Esto muestra la necesidad de especial protección para mujeres, niñas, niños y adolescentes.
Durante el mes de septiembre continuarán las reuniones del Corrillo de Datos con el objetivo de abrir el espacio a todos los puntos de vista y experiencias con respecto a las actividades sexuales pagadas en Bogotá.