Desde la Secretaría Distrital de la Mujer exaltamos los retos personales que asumen a diario las mujeres diversas en Bogotá.
“Soy la teniente coronel Sandra Yanneth Mora Morales, jefa de la oficina de derechos humanos de la Policía Metropolitana de Bogotá, mujer lesbiana orgullosamente, mamá perruna de Zeus Perseo”, así se presenta ella, quien fue retirada durante 11 años de la Policía por su orientación sexual.
Desde la Secretaría Distrital de la Mujer exaltamos los retos personales que asumen a diario las mujeres diversas en Bogotá y por ello hoy reconocemos a una mujer que ha optado por romper barreras, recorrer nuevos caminos, apostando por mostrar otras formas de amar y ser amada, trabajando por la inclusión, el respeto, la aceptación y la autonomía.
Con su característica sonrisa, amabilidad y tono de voz agudo, la teniente coronel nos recibió en su oficina en el centro de Bogotá, para compartirnos su historia de vida, experiencia, luchas, sueños y proyectos. ¡Celebramos lo que eres!
SDMujer: ¿Quién es la teniente coronel Sandra Mora?
Sandra Mora: Antes de ser teniente coronel, soy mujer, profesional. Soy una mujer de 45 años, oriunda de Villavicencio - Meta, hija mayor, somos 4. Hija de una mujer berraca, cada vez que me veo, me veo en mi madre, ella me dejo un legado muy fuerte, ante todo la forma de defenderse y no dejarse, especialmente cuando era maltratada, eso me llevo a tener un carácter fuerte.
Tengo varias facetas en mi vida, me crie en un hospital que quiero mucho es el San Juan de Dios, mi mamá era enfermera, allí aprendí a tomar tetero en las salas cunas, cada vez que pasó me trae muchos recuerdos de mi infancia. Luego de niña tengo un capitulo muy fuerte, fui víctima de un secuestro en el que pasaron muchas cosas.
Por eso soy una mujer que ha aprendido a vivir a través de la adversidad, pero no me he quedado en eso, porque las cosas que te ponen en el camino son para aprender para sacar algo.
Soy fuertemente ligada a la espiritualidad, soy católica, apostólica más no romana, he estudiado varias religiones, a partir de entender mi homosexualidad me puse a buscar porque vengo de una familia supremamente conservadora y en la que los imaginarios sociales de familia es la que está compuesta por un hombre y una mujer, en la que las hijas se tienen que casar. Mi padre me decía: mi sueño Sandra es el día que yo te entregue en el altar; yo me decía esto no puede ser, no puede ser, porque desde muy niña mi orientación sexual ha sido muy clara.
La vida me ha enseñado que uno viene es a servir a través de sus historias, así sean unas historias que marcan fuertemente, entonces puedo decir que Sandra Mora ha transformado las dificultades, y hoy en día me identifico como mucha gente me ha dicho un ave fénix. Tengo una capacidad de resiliencia bastante fuerte, pero no ha sido fácil.
En este momento estoy como jefa de derechos humanos de la Policía Metropolitana de Bogotá, estuve ocho meses en el encargo nacional. Soy de los jefes de derechos humanos en Bogotá que más ha durado, llevo 2 años y un mes en el cargo.
SDMujer: ¿Cómo llega a teniente coronel de la Policía? S.M: Hoy en día soy teniente coronel, primero por la trayectoria institucional de quien entra a formarse, mi principal barrera institucional es por ser lesbiana, cuando ingresé a la institución no oculté, pero tampoco hacía visible mi orientación sexual, en ese momento no era visible ni para mi familia.
Entro a una institución motivada por una historia de vida que me pasó en la infancia, antes yo quería ser médica, pero esa historia de vida que tuve de pequeña me marcó, duré secuestrada tres años y medio y me prometí a mí misma que nadie me iba a volver a tocar un pelo si yo llegaba a salir de allí, cuando te violentan de todas las formas de niña entiendes y ese tema para mí es muy fuerte. Eso es lo que me motivo para entrar a la Policía a defender a otras personas.
Cuando me gradué como oficial, y atendiendo a las sentencias de la corte constitucional que ya estaban en ese momento, salió una sentencia muy importante en la que dice que en las fuerzas militares y en la policía se permite la homosexualidad sin trasgredir la insitucionalidad. No obstante, en 1.999 encontré una barrera cuando un coronel, me presenta ante una junta y no dice directamente que por homosexual, dice que la oficial, es decir yo, se ha observado con nexos paramilitares y narcotraficantes. En ese momento me sentí triplemente violentada porque esa persona se llevó por delante a toda mi familia.
Fui destituida y en ese momento inició todo un proceso, la demanda para mi reintegro duró 11 años y 9 meses. Fui retirada en el 2000, me reintegraron el 1 de septiembre de 2011 y por los tiempos de trayectoria institucional, gracias a Dios y a la magistrada que analizó mi caso, se ordenó en la sentencia que en el momento de ser reintegrada fuera llamada a hacer los cursos a los que tenía derecho y que había perdido en el tiempo de destitución.
A mí me retiraron en el grado de teniente efectivo, me reintegraron con el mismo grado, pero mis compañeros de curso ya eran mayores antiguos. Yo logré nivelar y empatar al concurso para teniente coronel. Obviamente no fue fácil, no fue para nada fácil, en cada grado una investigación por nada; pero doy gracias a Dios y al universo, porque mi caso es un milagro.
SDMujer: ¿Cómo logró el reintegro a la Policía, después de haber sido destituida durante 11 años? S.M. El reintegro se dio porque se comprobó lo dicho por un coronel el 10 de octubre de 1.999, fecha que nunca se me olvida, él me dijo tajantemente que él sabía que yo era muy honesta, que estaba dando buenos resultados, que era excelente profesional, pero que sabía que tenía una amistad que iba mucho más allá con una mujer y que me ordenaba que yo tenía que dejar esa relación con esta mujer o si no me hacía echar.
De lo maravilloso que me ha dado la vida es este milagro, porque poder comprobar, lo que tú y yo hablamos y no está escrito, sin testigos no es fácil. Hubo un testigo, un teniente coronel, pero nunca lo contacté. Era sola ante la palabra de un coronel que llegó a ser general. Él en ese momento me dijo que yo era una pinche teniente y yo le dije esta pinche teniente tiene derechos y no voy a aceptar la destitución, porque mis relaciones nunca han afectado ni han transgredido la institución.
Hoy después de toda esta lucha digo abiertamente que estoy orgullosa de ser lesbiana, de ser policía, de ser teniente coronel y ser la primera en Colombia en romper en una institución los prejuicios.
SDMujer: ¿Cómo la recibieron en la institución a su reintegro?
S. M: No me hicieron la vida fácil en el reintegro, hasta hace dos años, de los ocho que llevo, me he sentido un poco más tranquila dentro de la institución. Ya se han permitido conocerme, no desde esa historia de vida homosexual, esa es la lesbiana, esa es la que nos ganó, el señalamiento todo el tiempo, ahora se han permitido conocerme desde el reconocimiento profesional y los resultados. Claro, mi reintegro se dio por una acción de reparación frente a un caso de tajante discriminación por orientación sexual, y más de uno esperaba al interior que yo iba a venir a sacar a todos los homosexuales del clóset, a cambiar las banderas de la Policía y a formar un colectivo LGBT al interior, yo vine a trabajar.
SDMujer: ¿Cómo es el papel de las mujeres en la Policía?
S.M: Son instituciones de hombres, nacen de esa naturaleza masculina y de origen machista, han existido casos de acoso laboral sexual hacia las mujeres a partir de algunos hombres con cargos altos, con poder. En 1945 entró el primer contingente de mujeres a la policía y desde entonces seguimos creando esas posibilidades, nosotras rompiendo brechas. Pero hoy en día puedo decir que las mujeres en la Policía Nacional tenemos visibilidad y representatividad en todos los grados. Tenemos ya 4 mujeres generalas, una mayor general y tres brigadieres generales, eso nos motiva a muchas mujeres que venimos buscando acceder a esas posiciones que están ocupadas netamente por hombres, tenemos 34 hombres brigadieres generales, todavía hay una inequidad. Pero ahí vamos hemos avanzado.
SDMujer: ¿Alguna vez se ha sentido discriminada?
S.M: Sí total, claro que sí, antes durante y ahora, pero esa construcción de esa discriminación, que duele, lacera, desmoraliza, también es la que me ha permitido pararme y decirme, yo puedo, aquí estoy, tengo también personas que son mi soporte, esto no hubiera podido hacerlo sola.
Me motiva a decir nadie va a jugar con mi dignidad nuevamente, hasta algunos apostaron que yo después de mi reintegro iba a durar un año y que ese año me la iban a hacer y claro me la hicieron no solo un año, los primeros seis años después del reintegro fueron muy fuertes en la institución, pero aquí estoy y acá me quedo hasta que el universo así lo decida. No me voy a ir por los prejuicios, eso solo ocurrirá el día que falte como mujer profesional de la institución no como mujer lesbiana porque eso no tiene nada que ver, ese día yo misma pasaría mi solicitud de relevo.
La discriminación se da a la mujer, al afrocolombiano, al indígena que todavía le dicen el indio y creen que no tiene las capacidades para llegar a ser coronel o suboficial, todavía tenemos un sesgo cultural. Entonces para mí la discriminación es una inconformidad permanente de la sociedad en todos los ámbitos. Mi caso me llevo a trabajar por los Derechos Humanos, pero yo empecé por mi propio derecho.
SDMujer: ¿Cómo se enteró su familia de su orientación sexual?
S.M: Yo soy muy frentera y eso como me ha traído bondades también me ha traído muchos problemas, pero considero que se debe ser transparente. Tan pronto me gradué como subteniente fui con mi pareja con la persona que inicié mi primera relación homosexual, reuní a mi mamá, mi papá y a mis tres hermanos, la presenté y les dije. La respuesta de mis hermanos riéndose fue nosotros ya sabíamos. Mi padre guardó silencio, sé que le dio muy duro, pero cada día lo amo más porque me respetó, él es un hombre que se puede decir machista, pero me comprendió y me comprende. Y mi madre me dijo usted puede ser lo que sea en la vida menos ladrona. Mi madre estuvo siempre y me acompañó hasta que pude ser teniente coronel, ella falleció meses después de recibir mi grado. Alcanzó a estar conmigo en todo este proceso de lucha. Cuando ella murió se derrumbó parte de mi vida, pero sé que estuvo muy orgullosa de mí.
SDMujer: ¿Cómo ve el tema de violencia contra las mujeres?
S.M: En relación con las violencias contra las mujeres tenemos muchos casos por una sociedad que nos ha visto a las personas como objetos no como sujetos de derechos, obviamente las mujeres seguimos siendo las más violentadas y vulneradas.
La ley 1257, que este año cumple 10 años, recuerdo que recién reintegrada empecé a trabajar en los decretos reglamentarios de esta ley, con las organizaciones de mujeres esperábamos que se volviera en una herramienta efectiva de atención a las mujeres, pero quedó coja, porque todavía hay unas dinámicas estructurales y sociales, los servidores y servidoras no han entendido la naturaleza de la ley. Entonces tenemos falencias en el ejercicio del poder judicial, porque todo no es Policía. Dónde están los fiscales y jueces, algunos le dicen a la mujer eso se puede conciliar porque tienen un cúmulo de trabajo, seguimos naturalizando y justificando la violencia. A una mujer que es violentada en el ejercicio de la prostitución, que también las violan entonces van y le dicen, pero para eso les pagan, pero a ustedes no las violan?. Hay unas altas dificultades del estado completo, les dan a las mujeres medidas de protección, pero con el victimario dentro de la propia casa y si hay un futuro feminicidio no lo achacan a la policía.
SDMujer: ¿Desde que está como jefa de derechos humanos qué logros puede citar?
S.M: Hemos logrado muchas cosas positivas, puedo decir que soy la mamá del Manifiesto de la Población Afrocolombiana, una acción afirmativa de la Policía Nacional. Estamos sacando un pacto de mutuo respeto con el colectivo social LGBT en la localidad de Chapinero y lo vamos a llevar a toda Bogotá.
Con el apoyo de la Alcaldía Mayor a través de la Secretaría de Seguridad y Justicia estamos trabajando en toda la transformación del Centro de Traslado por protección, eso ha permitido bajar altísimos índices de denuncias de maltratos a las personas. Hemos abordado otros grupos poblacionales en donde la policía tiene un papel fundamental entiendo que son seres humanos y respetar sus derechos, estamos atendiendo 22 grupos, entre los que se encuentran: personas en condición de habitabilidad en calle, personas mayores, indígenas, afrocolombianos, pueblo rom, colectivo social LGBT, líderes y lideresas, ONGs, personas privadas de la libertad.
Soy muy activa en varios espacios, mi trabajo siempre ha sido desde la línea del enfoque de derechos humanos. Eso es por lo que me han reconocido en la institución.
SDMujer: Cómo ve el tema de sus luchas al interior de la Policía
S.M: Somos hombres y mujeres diversos de la Policía Nacional y qué cuántos homosexuales tiene la policía no me interesa, estoy en esa pedagogía con las organizaciones de que no pregunten cuántos indígenas, cuántos homosexuales. Vean una institución que es diversa, que ha venido trabajando y se ha volcado a todos los cambios que la misma sociedad ha ido requiriendo a trompadas, pero una institución que ha sido generosa a decir: bueno nos hemos equivocado venga a ver que nos corresponde, eso es lo que más me interesa crear una institución sólida, No ha sido fácil, me cuesta muchas lágrimas, pero vamos logrando muchas cosas. Siento que mi caso personal ha permitido que la institución se vuelque a unas miradas totalmente diferentes.
Hoy en día asisto a la noche azul, es una de las fiestas más elegantes de la Policía en la que todos van con sus parejas y yo voy con mi esposa. Nadie nos saca a bailar, nos quedamos sentadas, pero no salimos a bailar las dos porque todavía la Policía no está preparada para eso, algún día vamos a llegar pero con respeto enseñándole a la institución esa apertura de la diversidad. Hoy en día las tarjetas dicen: Teniente coronel y señora, eso es un avance institucional, hay que reconocerle eso a la Policía.
Desde que entré a la Policía he rotó estereotipos, cuando yo entré venía de integrar la selección del Departamento del Meta de baloncesto y de la selección de Cundinamarca en atletismo, entonces una mujer entro ganándole a los hombres y eso también me trajo problemas. Hoy desde mi cargo si me tengo que tomar un café sentada en la calle con los colaboradores de otros grados, porque no me gusta la palabra subalternos, me lo tomó igualito.
Al interior ha habido un aprendizaje, a veces me llaman los jefes, los altos mandos para consultarme que y como decir para no ir a afectar. Ha sido bonito, pero me estoy sintiendo cansada, mi pareja, mis amigos me dicen que no me puedo cansar, y bueno yo miro hacia arriba el cielo habló mucho con mi mamá y digo soy un instrumento para ayudar a otras personas, para hablar por las que no se atreven, para defender eso que algunas personas no entienden y no solamente porque seamos homosexuales, porque la afectación de derechos humanos no es solamente para los homosexuales.
SDMujer: ¿Qué viene para Sandra Mora?
S.M: independientemente del cansancio sigo luchando, más que luchando, defendiendo, sigo en el trabajo diario y permanente, hasta donde la institución permita. Me falta poco tiempo para lograr el próximo grado en la institución. Mi sueño es ser general y sería la primera mujer general lesbiana de Latinoamérica. Para lograr esa meta me seguiré preparando y estudiando mucho para seguir fortaleciendo mi labor, porque una labor de defensa no puede ser desde el desconocimiento. Espero terminar la maestría en derechos humanos y mi objetivo es hacer un doctorado, pero estudiar es complejo por los tiempos.
En el grado que salga de la Policía le hago una apuesta al ámbito político nacional, que me permita seguir haciendo desde la política mi trabajo. También con mi pareja tenemos un proyecto con enfoque ambiental de biodiversidad, protección animal y protección a las personas mayores.
Lo otro es terminar de escribir mi libro, espero sacarlo para el 2020 con esos matices de un enfoque de vivencia de vida y de fortaleza para muchos y muchas, desde el principio del amor propio. El libro se llama “Un regalo divino” y en la dedicatoria que hice para mi mamá digo que es un regalo estar hoy aquí. La idea del libro más que verme como una víctima es poder construir y decirle a muchos hombres y mujeres que uno sí es capaz, agarrado de la fuerza que uno cree, con la motivación del amor propio y recordando que la dignidad es innegociable, nadie la puede transgredir. Dentro del libro hay unos capítulos muy especiales de la relación con mi pareja que hace parte de esa historia de vida y también hay uno de mi perro Zeus, que me acompaña muchas veces a mi trabajo y es uno más del equipo.
“Podemos ser ave fénix, si te caes 70 veces, 70 veces te tienes que levantar y ser mejor para servir mejor. El poder es para servir, es para brindar herramientas y posibilidades a otras y otros”.